Si hay algo que me define como persona, es que soy culé. Unos creeran que soy más vago, otros que menos, unos que más cabezón, otros que menos... pero que soy muy culé lo sabe (o lo padece) todo aquel que me conoce.
Hoy, para los culés, es una fecha especial. Y no por haberle metido seis al Atleti en el calederón, que también, sino porque hoy hace quince años, yo saltaba en el sofá de mi casa, con mis padres.
Hoy hace quince años fue la primera vez, que yo recuerde, que lloré viendo un partido de fútbol.
Hoy hace quince años el número mágico 111 se quedó grabado en mi memoria de por vida.
Hoy hace quince años de aquél memorable "toca Stoichkov, para Bakero, pica Koemaaaaaaan...."
domingo, 20 de mayo de 2007
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