Se trata de enumerar cinco situaciones en las que la sensación de "mooooolaaaa" ha sido tan brutal que no se me olvidará jamás. Esta sensación, llevada al extremo, es el origen de una rara enfermedad mental llamada Síndrome de Stendhal. Dicho síndrome era completamente desconocido para la gran mayoría del pueblo (entre los que me hallo) hasta este anuncio.
Bueno, me pongo manos al meme...
- Las 3 veces que he visto la Fontana di Trevi, por su belleza, por sus incontables detalles, por el marco, por lo grande que es respecto a la plaza... y porque, conmigo y hasta el momento, se ha cumplido la leyenda de que si tiras una moneda de espaldas, vuelves!
- Cuando vi este gol de Messi. Simplemente pensé que no era verdad, que era un montaje para un anuncio, que no podía parecerse tanto a "el gol", que un humano no puede hacer eso porque sí y quedarse más ancho que pancho...
- Al ver Chichén-Itzá, en México. Flipé por lo grande y lo bonita, pero sobretodo flipé porque en ese preciso instante, al explicarnos el guía lo estratégico de su colocación, lo preciso de su construcción, lo exacto de las medidas de las piedras, la suma de escalones... me dí cuenta de lo avanzada que era para su tiempo la cultura Maya. Hasta que se extinguió, y aún se desconocen los motivos (aunque hay teorías, no són irrefutables). Si aún existieran, creo que tendríamos muchas cosas que aprender de ellos.
- El año 92 fue en general un "moooolaaaa" sin descanso, pero hubo un momento que pone el gallina de piel... El gran Epi enciende la flecha y Antonio Rebollo ilumina Barcelona como capital del mundo durante quince días!
- Y por último... la primera vez que hice una de éstas! Aunque, evidentemente, no como las hacen ellos... Fue un wooooow que pareció un "esto lo he hecho yo?". La verdad es que es una experiencia muy muy guapa...
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