Estoy bien, aunque desaparecido... He pasado una temporadita de apatía blogeril (bonito palabro), pero por lo que he leído por ahí y me ha corroborado un colega que sabe de esto, son crisis del blogger relativamente frecuentes, sobretodo cuando se empieza. En este post sólo voy a comentar dos cosas que me han pasado estos días, una muy buena y una muy mala.
La primera, empiezo por la mala, fue un viaje de ida i vuelta para una despedida. Sobre el viaje, nada que comentar. Sobre la despedida, repetirte que pongas cervezas al frío que "allí" no caducan y que vayas preparando las cañas, porque tarde o temprano (espero que tarde, dentro de muchos años) nos volveremos a encontrar.
La segunda, la buena, la muy buena, que ayer fue mi primer aniversario de bodas. Lo celebramos volviendo al lugar de los hechos y probando el bendito jamón que todo el mundo nos dijo hace un año que estaba que se deshacía y que nos ha hecho poner la boca agua durante todo este tiempo. Y sí, la verdad es que estaba espectacular... También nos hemos acordado de porqué, entre otros temas, escogimos ese sitio: la gente estuvo muy pendiente, se acordaban de nosotros, nos preguntaban qué tal todo. Muy atentos, hasta tuvieron este detalle...
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