viernes, 22 de junio de 2007

El retorno del Kaiser

Primer Flashback: Año 1996, principios de Septiembre. Partido Llavaneres - Malgrat categoría cadetes, amistoso de pretemporada con mi padre en las gradas, como en todos los partidos. Yo jugaba en el Llavaneres, de central. En un momento del partido, el delantero al que estoy marcando y yo medimos mal un bote del balón, y este nos supera por encima. Me giro, despejo con la derecha y el delantero "despeja" mi pierna. Resultado, pierdo el equilibrio con la pierna izquierda apoyada en el suelo, torsión de la rodilla... Diagnóstico: rotura de ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. Lesión de profesional, en un club amateur. Los médicos de la federación me dicen que no pueden operarme porque estoy en época de crecimiento. Tengo que dejar el fútbol.

Segundo Flashback: Año 1998, de nuevo Septiembre. Fiestas del barrio de Cirera. Mis amigos se apuntan a un torneo de 24 horas de fútbol sala y me convencen para que participe. Yo aún no he sido operado de mi lesión en la rodilla izquierda, pero está estable y he hecho deporte (que no fútbol) con cierta regularidad, así que estoy en forma y con confianza. Primer partido, con mi padre en las gradas y sufriendo por mi rodilla izquierda lo que no está escrito. Yo juego de cierre (el defensa central en fútbol sala). Córner a favor nuestro, balón rechazado, me viene de cara. Disparo tal como viene, rozando la escuadra, pero un delantero rival me empuja al mismo tiempo para que no remate cómodo. Al caer con la pierna derecha, noto un "crac" que no me gusta nada. Duele. Al momento, la rodilla como una bota. En el Hospital de Mataró, al tiempo, me practican una artroscopia de diagnóstico: rotura del menisco interno (que reparan en la misma artroscopia) y rotura de ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha. La misma lesión, en la otra pierna. El médico que me lleva, el doctor Ardévol, posteriormente fue el Jefe de los Servicios médicos del FC Barcelona. En la operación de reparación de la nueva rotura de LCA me hace también una artoscopia de diagnóstico de la rodilla izquierda y me comunica que la primera lesión que tuve fue una rotura parcial que se curó sola, con el tiempo. No puedo dejar de contar que en los tres días de postoperatorio conocí a la que hoy es mi mujer, así que este es un buen momento para decir aquello de "no hay mal que por bien no venga...".

A qué viene este flasback? A que hoy, casi 9 años después, he vuelto a jugar al fútbol. En el trabajo, los compañeros me han animado. No había dicho nada en casa para no preocupar, sobre todo a mi padre, que estuvo presente en las dos lesiones y lo pasó bastante peor que yo. Casi ni se lo he dicho a mi mujer, por el mismo motivo, aunque algo le dejé caer, así como quien no quiere la cosa: "igual un día de estos voy un ratillo"...

Las sensaciones han sido positivas. Me duelen las rodillas, pero tranquilos, es normal por la inactividad. Me he sentido cómodo (mientras me ha llegado el oxígeno al cerebro, jeje) y he jugado bastante bien. Estoy muy contento, porque era algo que me debía a mi mismo. El resultado? Perdimos, 6-4. Pero el resultado que cuenta no es ese.

El resultado que cuenta es que ha vuelto el Kaiser.

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